Se usa para decir que alguien anda bien pacheco, todo relajado y con la risa floja por haberse echado un gallo o un toque. Es como decir que trae el viaje encima y anda en su rollo, medio ido pero contento. Es muy de la banda que se arma el porrito para cotorrear tranqui, la neta.
"No manches, el Chuy se echó dos gallos en la playa del Tecolote y andaba moto viendo las olas como si fueran fuegos artificiales."