Se usa en la zona costera para decir que alguien anda relajado, sin apuro y dejándose llevar por lo que vaya saliendo en el día. Es como ir surfeando la vida, sin plan rígido y con cero estrés, muy a la onda porteña. Y hay que admitir que cuando se puede andar a la ola, la vida se siente más liviana.

"Hermano, hoy no pienso trabajar nada, voy a andar a la ola por el plan, tomarme un cafecito mirando el mar y ver qué se arma más tarde con los cabros."

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