En Chile se usa para decir que alguien se cree cualquier cosa con una facilidad tremenda, sin pensar mucho ni cuestionar nada. Es como que le tiran un cuento medio trucho y lo compra al tiro, inocente o medio despistado. A veces se dice con cariño, pero también puede ser para vacilar a quien es muy crédulo.
"Oye, no agarrís papa con lo que suben al grupo de WhatsApp, si la mitad son noticias falsas inventadas por tu primo el chanta."