Se usa para llamar cobarde a alguien que se achica por cualquier cosa, como si fuera un pollito temblando en la esquina. Es medio burla, medio reto, para picar al otro y que se anime a hacer algo que le da miedo. Es de esas frases que duelen un poquito, pero también hacen reír al resto.
"Oye, no seas tío gallina, métete a la ola nomás, causa, que el agua está buenaza y ya todos estamos chapoteando como focas."