Se usa cuando alguien se lleva un susto bien cabrón, de esos que te dejan el corazón a mil y la cara blanca. Puede ser por algo peligroso o solo por una sorpresa muy intensa. Es muy de barrio decirlo entre compas para burlarse tantito del que casi se infarta, aunque luego todos se rían del show.
"Íbamos en la combi y de repente se subió un payaso a cantar, y qué sustazo agarró el chido, casi se tira por la ventana pensando que era asalto"