Expresión muy nica para decir que alguien está hartísimo, saturado hasta el tope, como que ya no aguanta ni medio segundo más. Se usa cuando una situación es tan pesada, repetitiva o cansada que sentís que se alarga infinito. Es como decir que ya colmaste la paciencia, y la verdad es que suena bastante dramática y graciosa.

"Mae, ya estoy hasta los treinta de que el vecino ponga el mismo reguetón a todo volumen desde las seis de la mañana, un día de estos le desconecto las bocinas."

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