Expresión muy castiza para decir que alguien está desatado, sin filtro y haciendo el cabra a lo bestia. Se usa cuando a una persona se le va la pinza pero en plan gracioso, no clínico. Es como decir que está loquísimo, pasado de vueltas y sin vergüenza ninguna. Y hay que admitir que suena bastante divertido.
"Tío, el Javi se tomó tres minis de kalimotxo y acabó to' locatis bailando reguetón con la lámpara del salón como si fuera una barra de pole dance"