Se usa cuando estás platicando sabroso, sin prisa, tirando chisme y anécdotas con la banda. Es esa charla eterna donde ya se acabó el café, las galletas y hasta el tema principal, pero uno sigue ahí pegado hablando de todo y de nada. Muy de sobremesa mexicana, y la neta tiene su encanto chismoso.
"Güey, íbamos a hacer tarea y terminamos echando el chal en la banqueta hasta que el vecino salió a regañarnos por el escándalo."