Por las mañanas cuando te levantas, por las noches cuando te acuestas y por la tarde cuando te sientas en el váter, sacas tu pantallita mágica y te pones a consumir digitalidades.
Y sea donde sea que entres para leer, ver y escuchar cosas, ¡encuentras de toooodo!
Pero... ¿realmente recuerdas lo último que estuviste mirando mientras escroleabas por internet?
Normalmente no, los humanos se pasan los días surfeando a tope por los baretos digitales zampando todo lo que pillan, pero luego ni siquiera se acuerdan de lo que estaban mirando.
Una noticia negativa por aquí, un anuncio camuflado de necesaria necesidad por allá, otra noticia negativa por allí... y que no falten los vídeos de algún payaso haciendo alguna estupidez por el tik tok o el instagram!
Al final del día has visto y leído tanta mierda que en cuanto te metes en la cama tu cabeza no sabe ni por dónde empezar a organizar las ideas.
Acabas con un cerebro frito y empapado hasta las trancas de una espesa y complicada salsa de digitalidades mixtas.
Pero... tienes que saber una cosa que los Magikitos siempre tenemos en cuenta: Somos lo que comemos.
Y por eso tenemos que tener mucho cuidaito con la comida que le tiramos a nuestras neuronas, porque ellas se lo van a zampar todo, como si fueran una esponja hambrienta que absorbe cualquier cosa que le eches.
Y luego... normal que sientas que algo no va bien, ¡es tu mente pidiéndote que la dejes respirar un poquito!
Como siempre dice el abuelo Avelino:
Así que ya sabes, cuando sientas que el mundo pesa demasiado, apaga la pantallita y vente con los Magikitos a explorar el bosque. Cuando lleves un ratito paseando entre los árboles, respirando aire fresco, saboreando la melodía del silencio y sintiendo en tu corazón la textura de la calma, verás que en el fondo el mundo no pesa tanto.
Lo que pesa es la cantidad de tonterías que consumimos cada día.
Pero no pasa nada... los Magikitos siempre estaremos en el bosque, listos para darte la bienvenida y ayudarte a desconectar de todo este rollo.
Ven y encuéntranos... si te atreves.
¡Hasta prontoo!
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